Fue una experiencia preciosa. El recinto fue muy acertado para el evento. Durante el espectáculo se creó ese ambiente íntimo a la luz de las velas y se volvió mágico.
Mi parte favorita fue el comienzo, cuando los violines y el violonchelo interpretaron las primeras notas. La ejecución fue impecable; cada instrumento se complementaba de forma perfecta y lograba transmitir toda la emoción de las canciones de Ed con un toque clásico único.
En conjunto, fue un espectáculo muy bien logrado, lleno de sensibilidad y talento. Una experiencia relajante, elegante y diferente que sin duda recomendaría a cualquier amante de la música.